miércoles, junio 28, 2006

Cantemos, hermanos

... la tarde de invierno es de invierno, dijo el budín visto de atrás, visto de visto, visto de vestir.
Es en la tarde de gloria del sagrado galimatías bronquial antes de las presbíteras mononucleosis fornicantes en que Budín bajó de los cielos rasos y nos tendió una mano de pintura, nos mostró el camino, el comino y la gomina. Loado Budín, sálvanos del mal de Parkinson y del pescado original. Te alabamos, te glorificamos, te crucificamos... ah no, eso no. Te queremos, che.

2 Comments:

Blogger Esteban said...

Alabado y lavado sea por los siglos de los iglus.
Amen, amen, yeah men

1:46 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Budin penetra en nuestro mundo como el rebufo de vida que cuartea el invierno en la incipiente primavera. De toda manifestación espiritual y religiosa se descubrirá su auténtica posición relativa al observarse a la luz de la elocuencia de Andágarca, nuestro Budin, hecho miga para regocijo de todas las cosas que se mojan en la leche.
Amémonos como amamos el crujir de las costritas de azúcar.
Yeah men!!

4:21 a. m.  

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