Sermon Budinistico Numero 1: DIa de las Milanesas

¡Loado sea el Budin!

Tu que estás buscando un poco de verdad, que estás buscando un viejo camisón, que estás buscando una religión, que estas buscando un simbolo de paz, tu que buscas la verdad ininteligible en este mundo material, déjame decirte lo que estas buscando: Un budín. No cualquier budín, claro, sino el Sagrado Budin. Podrias haber querido un budin de pan, o uno marmolado de esos hechos con nescuic, pero no, pues sabes que esos budines sacian el apetito del cuerpo, pero no el del alma. Por eso, aun sin saberlo, buscas al Sagrado Budin. Pues bien, querido Hermano (pues así te llamo), no busques mas. Has encontrado al Budin, y el Budin te ha encontrado a tí. Pues como está escrito en el Libro del Budin, capítulo tercero versículo trigésimononoctavo:
"Y el hombre comió un alfajor, y vió que era bueno, pero no tanto. Y luego comió un caramelo media hora, pero no le gustó mucho. Luego probó un bizcochuelo, pero no era lo que su alma deseaba. Finalmente se comió un Budin, y el Budín se manifestó en su estómago y le dijo: Bien haces en comerme, pues yo tengo muchas bondades, y además, soy bajo en calorías. Y el hombre comiólo y gustólo, y compartiólo, y tocó la guitarra de Lolo."

Desde ése momento, el Sagrado Budin se manifiesta en alguien de cada generación, y esta persona es llamada el Budinista Supremo. Mahándiras Parabatata Sugar, el actual Supremo Budin, les envia una gran bendicion, y los exhorta a seguir comiendo milanesas con papas fritas, pues dice el Libro de Budin, en su original en latin de la India: "Mmmhh... que ricum la milanesae, y que bonus las papaes fritum. Venite, comamus que de postrum hay Budinum", frase con la que expresa la ininteligible benignidad de la milanesa, y su intima relacion con el budin. Pero dejémos mejor que nos hablen las palabras del gran profeta Andágarca, que estando en tierra de los Maniquies, un lunes en que hacia bastante calor, se encontró con un Jengibre, de la casa de Salmón, que le dijo: "Maestro, ¿Que he de hacer para alcanzar el Cielo?" A lo cual Andágarca le respondió: "Tomarte un avión, pero deberás esperar a que se inventen, para lo cual faltan como 1900 años". Ante esta respuesta, el joven se mostró desconsolado, pero Andágarca consolólo, y luego se fumó un cigarrillo, y luego invitó a todos un banquete, y les dijo: "El Reino del Budin es como un hombre que come milanesas. Le gustan, y después se come un Budin, y es re feliz. En cambio el que se comió una ensaladita, porque pensó que la milanesa engordaba, se puso re feo y le agarró diarrea, y ahora sale en el programa de Susana Gimenez". Y todos quedaron admirados de su sabiduria, pero mas aun de lo bien doraditas que le salieron las milanesas. De postre, se comieron un Budin de limon cubierto con chocolate.
Y para despedirnos, los dejo, queridos hermanos, con esta reflexión:
Es mucho mejor poner el budin, que entregar el pan dulce.
Que la Paz del Budin sea con ustedes, y que sus cabezas nunca se hagan demasiado grandes para vuestros sombreros.



Swami Parvulo Baraja